4 de marzo de 2013

Cardenales Bailan Harlem Shake antes del Conclave




Hasta hace unos 4 días llegó a mi conocimiento la existencia del Harlem Shake, iba oyendo la radio y los locutores iban describiendo la manera en que se baila y el fenómeno, casi viral, que ha suscitado. Picado en la curiosidad en mi primer rato libre tomé mi computadora para ver el dichoso baile del Harlem Shake. Mentiría si dijera que no me hicieron reír las locuras que muchos hacen en los videos que ahora por montones inundan la red, todos quieren hacer su propia versión más grande, más concurrida, más excéntrica.

Si leyeron hasta aquí espero no haber decepcionado a los que esperaban un vídeo de los cardenales votando junto a una botarga del Espíritu Santo, jejejejejeje, habiéndome disculpado por tal decepción continúo. Aun siendo como soy, amante de la sana diversión, de la música electrónica y hasta del suffle y tecktonik, hubo algo en los videos que hizo ruido en mi mente desde el primer momento. Vi bastantes videos y ciertamente, si algo es claro, es que no hay pasos establecidos, fuera de un movimiento de manos que simula el acto sexual. La otra cosa clara es que el parte aguas al segundo 15 entre el orden del primer momento y el literal CAOS de la segunda tiene que ser perfectamente notorio y entre más extravagante, populoso, caótico y desordenado mejor.

Como fenómeno del mundo, ciertamente el Harlem Shake, no me asusta ni me preocupa en lo más mínimo, pero hay algo que me hace prender una alerta en mi cabeza inquieta de cura jejejejeje. El Harlem Shake se está distinguiendo por sus versiones; del ejército, de un noticiero, de una aerolínea, de un colegio, academia, de policías, bomberos y así a cada rato otro grupo social muestra su versión del dichoso baile. Pregunta ¿Cuánto tardarán en aparecer las versiones de la Iglesia?, tiene algo de malo que empiecen a aparecer títulos tales como: “Church Harlem Shake”, “Vatican Harlem Shake”, “Cardinals before conclave Harlem Shake version”, ”New Popes Harlem Shake”.

Algunos dirán que no, yo no estoy tan seguro, el señor nos recuerda, “el mundo los odia porque no son del mundo” (Jn. 15,18), Pablo recuerda “somos ciudadanos del cielo” (Fil 3,20). ¿Podemos como creyentes darle gusto al mundo y mostrar que estamos en perfecta sintonía con él?, ¿Qué no queremos quedarnos atrás en la moda y subir a la red nuestra versión? Que interesante hubiera sido oir al Jesús decir, “id por todo el mundo, quien crea y baile el Harlem Shake se salvará” (Mc 16, 15) jajajaja. No manchemos a la Iglesia con los usos y costumbres del mundo por favor.

No me asustaría de quien en una fiesta, en su casa, en algo laico o civil lo hiciera, quizá hasta me reiría. Pero no confundan, no es lo mismo que hacerlos como grupos de jóvenes, como movimientos, como parroquias, como jóvenes o gente de Iglesia. Nuestra identidad de nuestra fe y nuestra Iglesia no debe revolverse con esas cosas. Eso hay que tenerlo claro.

Aunque comparto otras cosas que no me dejan tranquilo sobre este “fenómeno social” que se extiende rápidamente. Primero su esencia  es ese salto, en el segundo 15,  de lo ordenado y cotidiano a lo caótico y extravagante. Pareciera una rebelión contra lo cotidiano, contra lo ordenado, especialmente como instituciones sociales, eso no creo que trasmita ningún valor positivo. Segundo, la ausencia total de pasos fuera del meneo de manos simulando el acto sexual, aunque no tiene pasos un hecho evidente que la mayoría tiende a movimientos obscenos que evocan al sexo. Nada que compartamos como ideales cristianos, por lo tanto nada para imitar por un católico.

Me despido recordando que aún en la alegría, aún en el divertirse y disfrutar de la vida, aún en el vivir como personas normales en esta vida, el creyente nunca será de este mundo y aún en allí da testimonio. No sigamos modas pasajeras, sino la enseñanza plena del Evangelio que trae esa Alegría plena. Y espero que el nuevo Papa no nos espante con un Harlem Shake jajajajajaja. Hasta pronto. †

P.D. si te hizo reir o pensar comparte

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