30 de septiembre de 2014

Los primeros momentos con mi nueva familia

             Ahora si relataré las peripecias de llegar a la nueva parroquia: me han enviado a servir en la Parroquia de la Sagrada Familia en la colonia Hidalgo de Mexicali. La primera curiosidad es que desde seminarista todos mis destinos han sido a advocaciones de Jesús: el Sagrado Corazón en Mochis, en Guasave y en Guamúchil respectivamente en las misiones de verano (y si mandaban también a otras parroquias), En Mexicali a la rectoría del Sagrado Corazón y de allí a la Parroquia del Señor de la Misericordia y ahora a la Sagrada Familia. Saco dos probables conclusiones una, El Señor o me quiere donde puede echarme ojo personalmente, o ha querido ahorrarle hasta a los santos el tener que estarme cuidando jajajajaja.

             La Comunidad es más pequeña, sólo 3 capillas, sin embargo algo bueno que veo es que nos han recibido con gusto desde el día de la bienvenida, debo agradecer eso a los padres que estuvieron antes que nosotros. Hay sólo 6 misas en domingo (solo jajajaja), pero 4 son en la parroquia. Ahorita estamos en la fase de conocer a la gente y que nos conozca, dicen que ya nos agarraron cariño a los padres, espero que el cariño siga allí cuando nos toque corregir jajajaja.

             Por otro lado hay cosas en las que tengo que irme adaptando de nuevo. Me traje mis gato, la Galatea, el Leovigildo y la Domitila, de adaptaron primero que yo jajaja, su gran diversión es perseguir cachoras por los mezquites del patio, son la sensación con la gente jajajaja por tener muchos dedos y por dejarse agarrar. Me traje mi lanza pero estoy en la frustración de que aquí hay tanto concreto que no tengo donde andarla arrojando, tendré que crear un blanco.

             Llegando llegando me di a la tarea de reparar mi bici, ya me echo mis rondines por la colonia en ella pero no es lo mismo aún, hay más tráfico y aún no conozco a la gente, lo bonito en nuevo león era que la bici me permitía saludar a mucha gente y aquí no tengo espacio en la parroquia para usarla con mi lanza pero bueno, dios proveerá jajajaja.

             Otra cosa nueva es que ahora la casa no está pegada al templo, amaba eso de Nuevo León, que la casa y el templo estaban conectados y teníamos el sagrario cerca; no es que no pueda seguirlo visitando pero le daba un toque cálido a la vida parroquial que voy a extrañar.


             Para cerrar yo he sido yo, como siempre, ya chicotie arcoíris y no me hice esperar mucho para echar carrilla a los feligreses. De hecho el domingo hubo kermesse todo el santo día y fue un tiempo útil para convivir con todas las fuerzas vivas de la comunidad (e iniciar a los niños en el arte de la lanza y la captura de arañas jajajaja). Bueno sigan pidiendo por el p. Juan y un servidor para que nos prepare a los que Dios nos pida para esta nueva comunidad; para que podamos hacer de la Sagrada Familia una sagrada familia, hasta pronto.

25 de septiembre de 2014

¡Hasta siempre Paraíso!

Tengo tiempo retrasando este artículo no por tristeza sino por simple cariño y nostalgia. Hace unos meses el Sr. Obispo me pidió servir en otra comunidad, la parroquia de la Sagrada Familia en Mexicali, ya tengo unas semanas en ella pero eso lo tocaré otro día, ahorita quiero hablar respecto al Sr. De la Misericordia.

El tiempo que Dios me regaló en el Ej. Nuevo León ha sido uno de los más felices y plenos de mi vida. Llegué con 4 meses de ordenado, me voy con poco más de 3 años de vida sacerdotal y de verdad puedo decir que es con esta comunidad donde he ido aprendiendo a ser sacerdote. Los siento como mi familia, a las doce comunidades, como si fueran doce hijos, pero además, siento que esos tres años fueron eternos. Siento como si hubiera pasado toda la vida en el valle, el cariño d la gente me hizo sentirme así. Agradezco a Dios por todos esos momentos tan hermosos que me regalaron.

Extrañaré esa vida a la vez movida y tranquila. Es una comunidad grande, atendíamos semanalmente las doce comunidades, los grupos que no eran pocos, confesiones a tiempo y destiempo, difuntos a tiempo y destiempo; la escuela bíblica, los jóvenes con los que dedique tiempo, esfuerzo y canas jajajaj. Pero al mismo tiempo en medio del torbellino de apostolado había tiempo para andar en bicicleta, disfrutar de ver atardeceres sobre los trigales, convivir con los muchachos, pintar, dibujar, leer, escribir.

Puedo sintetizar en que para mí esa comunidad fue un pedazo de paraíso donde el Señor, quisiera o no, me tuvo a flor de piel el evangelio con muchos detalles que esperó algún día darme el tiempo de escribir con detalle.

Me han llamado a servir a otra comunidad y si bien no puedo traerme todo el Paraíso de Nuevo León; el Señor Obispo nos ha cambiado Juntos al Padre Juan y a un servidor  seguimos siendo párroco y vicario, así que teniendo a Padre de párroco puedo decir que me traje medio Paraíso conmigo. La otra mitad la construiremos, con la gracia de Dios, en la comunidad, les pido oraciones para que lo logremos.

Cierro el artículo con un poema que escribí hace mucho pero que viene bien para la ocasión:

¿Me amas más que estos?
alza las manos y deja que te ate
anda a donde quiera yo,
deja que tus pasos yo dirija:
deja tus planes, no me tengas miedo.

¿Me amas más que estos?
deja de ir a dónde quieres,
toma la senda que te indique.
aunque seas cano y sabio deja que yo elija:
deja tus planes, no me tengas miedo.

¿Me amas más que estos?
deja tu oficio y herramientas,
gusto más de las manos vacías
y los pies dispuestos,
alza las manos, deja que te ciña:
deja tus riquezas, no me tengas miedo.

Sin orgullo, sin planes,
sin riquezas y sin miedo,
con las manos limpias y los pies dispuestos;
sé que hoy no entiendes más confía:
¿Me amas más que estos? Sígueme.