27 de mayo de 2014

La Oración del Burro

San Antonio presentando la Custodia con el Santísimo
delante de una mula que le hace reverencia
       Aprovecho este artículo para matar dos pájaros de un tiro, primero confesar un pecado que debo desde hace mucho jajaja y el segundo dar esperanza y una oración muy eficaz a todos aquellos que están entrando a su último periodo académico y necesitan toda la ayuda celestial posible para cerrar bien el año.

       Como lo oyen, pongo a su disposición la oración por excelencia de todo estudiante en dificultades; Que nadie sienta que no es capaz de brillar por ser burro, la oración plasma todos aquellos momentos en que Dios se ha valido de nuestros humildes burritos como instrumento para grandes misiones. Sin embargo al mismo tiempo es necesario narrar cómo surgió la dichosa oración.

       Todo sucedió un día del último periodo de exámenes cuando estudiaba en Roma, llegué temprano para el examen (tengo la regla personal de nunca estudiar de noche ni el mismo día del examen) y al modo de siempre llegaba cantando “que estudien lo burros” jajaja. Al pasar vi a un compañero de los Legionarios de Cristo pegado al libro de apuntes con una cara de angustia y desesperación tal que me conmovió y le dije —hermano ¿está preocupado por la prueba verdad?—, —si hermano— me contestó, yo dije (por cortesía) —¿quiere que haga una oración por usted?— con una humildad y sencillez que aún me dan ejemplo y que hicieron imposible que me negara dijo —¿de verdad haría eso por mí?— la esperanza con que me lo dijo me hizo recordar que en verdad no tenía ninguna oración en mente, y que un simple “Dios te ayudará” no bastaría, agradezco a Dios que en ese momento me iluminó con la idea de evocar todos los momentos en que los burros han jugado un papel importante en la historia de la salvación y con esa idea en mente dije al hermano —junte las manos— e imponiendo las manos sobre el comencé:

(nota: adjunto los pasajes bíblicos para lo que duden de la ortodoxia y lo bíblico de la oración)

¡Oh Yahvé todopoderoso! Que nos perdonaste cuando Caín nos usó para manchar la tierra con la sangre de su hermano, el justo Abel. (Gn. 4)
¡Tú! Que cuando estuvimos perdidos enviaste a Saúl, el futuro rey de Israel, en nuestro auxilio (1 Sam. 9) y que por medio nuestro permitiste a Sansón derrotar a mil filisteos (Jc. 15)
¡Tú! Que quisiste que te acompañáramos en tu nacimiento como hombre y en tu entrada como rey a Jerusalén (Lc. 2; Mt. 21)
¡Tú que abriste los labios de la burra de Balam! (Num 26), abre la mente de este pobre burro tuyo en la hora oscura del examen. Amen.

Terminé la oración y yo esperaba que el pobre chamaco se enojara y me agarrara a golpes pero para mi sorpresa levantó el cabeza bien conmovido y me dijo —hermano ¡gracias! Está bien bonita la oración— y me abrazó (yo no tenía cara para decirle mi intención original que era hacerle una broma) y me hizo la pregunta que echó sal a la llaga —¿hermano, donde leyó esa oración?—, —la acabo de inventar para usted hermano— conteste, la cara de alegría y de “inventaron una oración para mi solito” me hicieron (aquí confieso el pecado jajaja) sentir vergüenza de haber querido bromear con Él. Es una de las mejores cachetadas con guante blanco que Dios me ha dado en toda mi vida (y surgió además una oración muy buena de ella jejeje)

Finalmente me dijo —¿hermano me podría hacer otro favor?— (como negarme después de lo que hice), —claro hermano, lo que desee— conteste, —¿puede hacerla por aquel hermano también?— tuve que decir que sí. Para no alargarme más terminaron haciéndome hacer la oración 4 veces, la última ante un grupo ya nutrido de compañeros de seminario que sufrían de la misma dificultad delante de un examen y el broche de oro es que alguien me la pidió por escrito (después supe que era para el decano de la universidad jajajaja)

La oración del burro ha resultado ser eficaz todas las veces que la he utilizado en algún necesitado en apuros, podría en otra ocasión, contar como sacó de apuros a una estudiante de derecho del ejido nuevo león y desde entonces, como agradecimiento por el milagro recibido, un burrito de yeso adorna la imagen del a virgen en la capilla.

Por lo tanto todos los que estén en la misma situación delante de sus exámenes o tengan conocidos en tal situación siéntanse en total libertad de hacer la oración, de distribuirla y recomendarla al que pudiera serles útil jajaja, hasta pronto, ¡Iesu Lux Asinorum! ¡Ora Pro Nobis!†


       P.d.  La aprobación del obispo para la oración está en proceso

1 comentario:

  1. Hola Álvaro, espero que estés bien. Soy Carlos Coronel, tu compañero de preparatoria. De vez en cuando me doy una vuelta por tu blog y así me entero de tí.
    Ésta entrada me llamó mucho la atención. Siempre he sido muy pragmático (quizás sea falta de fé, o ve tu a saber) Pero recuerdo que en la Universidad siempre me decía: Si no estudié lo suficiente, porqué me habría de ayudar Dios?. Y si estudié lo suficiente, porqué me habría de ayudar Dios?
    Puede sonar extremista pero, al final del día, el único interés de Dios es la salvación de nuestras almas. Los exámenes, la salud, las penurias, los problemas económicos, los baches en la vida... le tienen sin cuidado total. Lo que le importa es el alma. O qué opinas?

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