2 de junio de 2014

Una Semana de Locos

A veces cuento tantas historias que, sospecho, algunos se han de preguntar a qué horas atendemos la parroquia. Bueno ciertamente aprovecho cuando la vida de comunidad me deja disfrutar placeres simples, (como el arco que se destensa para no perder su vigor); también hay muchas actividades “normales” de parroquia, pero creo que es más divertido platicar esas aventurillas que aburrirlos con descripciones de reuniones y ceremonias jajajaja.

Esta Semana fue una verdadera locura, primero que nada, mis ahijadas vinieron de Tijuana casi toda la semana, aproveché que estaban para hacer un experimento que deseaba de hace rato, hacer mermelada casera. Les encantó la idea, hicimos primero mermelada de Kiwi a petición de mi Casmadreja (una especie de niña que tiene dientes de castor y costumbres de comadreja), quedo de buen sabor pero se pasó de consistencia, se me pasó un poco en la cazuela. La segunda prueba fue mucho mejor, usé unas ciruelas rojas que me regalaron en una casa; el único problema en su elaboración es que el Chivejo que tengo por ahijada (el chivejo es un ejemplar de niña que tiene habilidades trepadoras de chivo y dientes de conejo) se comía la mitad de las ciruelas que deshuesaba. Lo más triste es que es ves de ayudarle a su abuela a controlarlas parecía que tenía otro nieto, terminamos los tres con un vaso de leche cada uno pelando por ganar la mayor cantidad de galletas posibles de un tubo que nos hallamos en la cocina jajajajaja.

El sábado tuvimos entre el padre Juan y yo 12 celebraciones, las últimas 4 las tuve una tras otra de las 4 a las 7, por la mañana fue la misa de 7:00 am en delta, y luego comuniones en la Villareal, la comunidad más pequeña y hermosa que tengo. Son los primero niños que hacen la primera comunión en ese lugar desde que la atendemos, es hermoso (y espero que sea la primera de muchas). Coronamos la misa con una tamaliza en la ramada de la casa de enseguida mientras yo perseguía guajolotes jajajajaja.

El domingo con la viada del sábado como siempre con sus 4 misas y la novedad de que los Jornalistas nos estamos reuniendo en domingo de 2 a 4, así que (no sé si es bueno o malo) no me dejan mucho momento para comer en domingo jajajajaja. Terminadas las misas me fui a mi vieja parroquia, pues eran fiestas patronales para saludar a la comunidad, fue bello ver que la mayoría de la gente que conocí aún sigue sirviendo con la misma alegría.

El mismo domingo me avisaron de la casa que mi tío Carlos, hermano de mi mamá había fallecido, así que el lunes a las 5:00 am volé a Culiacán para acompañar a mi familia en el trance. Creo que es la primera vez que me toca acompañar un funeral de la familia como sacerdote, fue una curiosa experiencia, como todo buen funeral vi muchas caras que tenía rato sin ver, y como ya es costumbre todos señalaban también todos los kilos que tenían sin ver. No es lo mismo simplemente celebrar una misa que acompañar a toda la ceremonia desde la funeraria hasta que se sella la tumba; también es totalmente distinto predicar para aquellos que te conocen de toda la vida y además como buenos Culichis son carrilludos y como buena familia no aceptarán nada que no vivas al predicarles.

Luego de sepultar a mi tío y regresar a la casa vino el dilema de donde dormir, la casa era un campamento de primos y sobrinos (fieles amigos del Netflix jajaja) y entre ellos y otros tíos éramos como 15 gentes en la casa. Y ni modo nomas porque uno es el Padre y es de casa me tocó dormir en el piso jajajaja, así es la vida. Disfruté además de dos cosas que hacía tiempo no se daban, poder comer en la mesa todos juntos y aprovechar para tomarnos una foto de familia con sotana y todo. Como si no tuviera ya suficiente para rato no soporté la tentación de ir a la librería de mi ciudad y venirme con otro puño de libros, unos comprados, otros nomas traídos de mi librero de Culiacán al de Mexicali.

Regresé el jueves por la noche volando por Tijuana, me quedé a pernoctar en Mexicali y el padre Melchor me dio raite al Ejido el viernes por la mañana. Al llegar a la casa fue donde sentí todo el cansancio y caí muerto en la cama. Sin embargo el día tenía chamba jajaja, a las 4:00 confesiones y misa en Ej. Morelia, a las 5:00 confesiones en el Ej. Guerrero y a las 7:00 hora santa donde también pasé toda la hora confesando. La Catequista del Guerrero se enojó porque me llevé el último gato que me faltaba de regalar a entregar, pues los niños le estaban poniendo atención y participando bien hasta que llegué con el gato y ya nadie la peló jajajajaja. A veces pareciera que nomás para meter desorden sirvo jajajajajaja.

El Padre Juan cumplió este sábado 16 años de sacerdote, aunque se lo celebramos hasta el domingo porque había de nuevo muchas ceremonias y actividades. Este año nos fuimos a los sencillo, fiesta de traje luego de la misa de 6:00 y pasar el rato luchando en la cola por algo más que ensalada y alcanzar una rebanada de pastel y además podértela comer sin que los jóvenes te ataquen jajajajaja.


Bueno, nos vemos hasta pronto, pidan por un servidor para que no le falten ni aventuras ni alegrías.†

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