Ya ni los ángeles son católicos

         Van varias veces que me hacen la pregunta sobre ciertas “cadenitas de oración” de ángeles que visitan tu casa, que les pones una manzana, un vaso de agua y dejas la puerta abierta para que entren y concluyen con ¿Qué piensa al respecto padre? Como todo buen padre, no daré mi opinión, trataré de repetir la enseñanza de la Iglesia.

         En primer lugar, a veces nos dejamos llevar por el sentimentalismo y atribuimos al mundo espiritual características que no le corresponden. Los Ángeles, dice san Agustín, son seres puramente espirituales, carecen de cuerpo o cualquier tipo de forma física. Por lo tanto, ¿necesita que le demos alimento algo que no tiene estómago?, ¿necesita saciar su sed algo que no tiene boca? ¿Qué le abramos la puerta de la casa a lo que no tiene cuerpo?, nuestro trato con los ángeles debe darse de manera espiritual, es decir por medio de la oración o las palabras, cualquier otra manera no nos lleva a una verdadera relación con ellos.

         En segundo lugar, quien “invita” ángeles a su casa porque “no los tiene” ignora que Dios al darnos la vida a cada uno de los hombres, nos asignó un ángel para que sea nuestro custodio. Ese ángel, por encargo de Dios, está siempre a nuestro lado sólo hace falta que nosotros nos dirijamos a él y con mayor prontitud que cualquier santo, llevará nuestras súplicas a Dios. Es triste que invitemos a ángeles desconocidos teniendo en el olvido al que ha estado siempre a nuestro lado.

         Tristemente, han ido tomando popularidad ciertas prácticas de “angelología” que no vienen de la Iglesia católica sino de religiones paganas y del “New Age” que presentan a los ángeles ciertamente como seres bondadosos, pero desvinculados de Dios y en concreto de Cristo, que es el Señor de todo lo visible y lo invisible. Un ángel no tiene razón de ser si no está al servicio de Dios, las misiones del ángel son dos: alabanza a Dios y facilitar el encuentro entre Dios y el hombre. Todo tipo de práctica, oración o cadena que desvincula al ángel de Dios es, como mínimo, perfectamente estéril.

         Por último y la parte más grave de las prácticas de angelología no-católicas es lo que surge de la naturaleza misma del ángel. San Agustín (otra vez jajaja) dice que el nombre de ángel corresponde a su misión, no a su naturaleza, es decir, el ángel por definición es un ser puramente espiritual, que carece de materia, su nombre angelo significa enviado. En cuanto su relación con Dios hay dos tipos de angeles:

1.   El que tiene como fin alabar a Dios y acercar al hombre a su encuentro, ese es el ÁNGEL en sentido habitual.

2.   El que dedica su existencia a repudiar a Dios y evitar o dificultar el encuentro de Dios con el hombre, conocido como DEMONIO

¡Escándalo para los que lo ignoraban! jajajajaja, los demonios también son ángeles, aquí está el peligro de la ignorancia de muchos, al relacionarse con esos “ángeles” de las cadenas y del “New Age” que están desvinculados de Cristo en realidad nos estamos relacionando con demonios. -¿Padre, pero que no el demonio hace males?- El demonio busca alejarnos de Dios, y si disfrazado de ángel bueno lo recibimos como huésped en nuestra casa a puerta abierta y hasta con agüita y comida, ¿para qué asustarnos? viviendo lejos de Dios, aunque digamos no ser malos el demonio ya logró lo que deseaba, y sin batalla, hasta le ahorramos todo el trabajo.

Evitemos y alertemos de estás practicas tan peligrosas, pues en el fondo, lo que estamos haciendo es invitar a los demonios a nuestra casa. El demonio mientras pongamos nuestra confianza en el “poder o bendición” de un “ángel” y no sintamos necesidad de Cristo y de la Iglesia, ha triunfado. -¡Padre, pero si me pasaron cosas buenas luego de hacer la cadena!-, claro, si ya estas “recibiendo bendiciones” sin necesidad de Cristo (y por lo tanto sin salvación), el primer interesado en que nada te moleste o te perturbe, créeme, va a ser el demonio mismo. †