Si
tuviera la oportunidad de realizar una encuesta a los gerentes de recursos
humanos de distintas empresas y a aquellos que tienen negocios con empleados.
Hay algunas preguntas que me encantaría hacerles:

(Por motivo de espacio me brinco
el currículo y las presentaciones)
G: — ¿Qué turno de trabajo es el
que prefiere?—
A: —la verdad eso de los horarios
fijos nunca se me ha dado, usted póngame en la nómina y vendré a trabajar cuando me nazca, eso sí, con muchas
ganas; ¡ha y no me gusta trabajar en navidad ni Semana Santa! Porque no rindo y
la empresa merece que trabaje con ganas—
G: —ya veo, siguiente pregunta
¿tiene experiencia en trabajo de manufactura?—
A: —pues no, pero hay sobre la
marcha Diosito me va a dar a entender. Aunque si no es mucha molestia mi Gere, lo mío así como que se dice lo
mío, sería trabajar desde la casa, si anda libre un puesto de esos se lo
agradezco—
G: —le recuerdo que represento a
una empresa Maquiladora—
A: —pero pues ya sabe que
“queriendo todo se puede”, me llevo las piezas a la casa y cuando saque el
trabajito las traigo y las meten a la línea con las otras—
G: —Lo tendré en mente,
prosigamos, ¿tiene aptitudes para trabajar en equipo?—
A: —pues como dice el dicho “no
soy monedita de oro”, si es necesario lo hago, pero pues ya sabe, no es fácil
trabajar en equipo cuando los otros no están al nivel de uno. Si me ponen una
oficina para mi solito o donde yo solito trabaje es más fácil que aprovechen mi
talento—
G: Muchas gracias, son todas las
preguntas, nosotros le llamamos.
A: —Le agradezco mucho el tiempo
brindado, está de más preguntarles si contrataría al sujeto que acabo de
representar.—
Antes
de entrar a la reflexión les recuerdo, hay algunos que tenemos la salvación por
algo meramente sentimental o bohemio. La salvación aunque es eterna y
espiritual se realiza con actos concretos y frecuentes; aunque Cristo nos ha
traído la Salvación para Todos, es tarea de cada uno hacerla efectiva en su
propia vida. les invito a que le echen una recordada a la parábola
de los 10 talentos.
Hay
muchos Creyentes que están esperando una Salvación sin trabajar por ella. Rezan
“cuando les nace”, van a misa y reciben sacramentos “cuando les nace”, hacen
cosas buenas “cuando les nace”. Y así pasan la vida. Ningún patron le dará paga a un empleado que trabaja sólo “cuando le
nace”, si eso es para ganar dinero ¿Qué será para ganar la vida eterna?,
Dios es misericordioso pero también exigente. No practiquen su fe cuando les
nace, ¡vívanla en todo momento!
Hay
otros que todo lo queremos resolver “desde casa”, nos hemos tragado la mentira
(o verdad a medias) de que no se necesita el templo. De que todo se puede
obtener “sólo rezando”. Si mal no recuerdo en los evangelios, lo que realmente
sentían necesidad de Dios salían a su encuentro y luego lo seguían, no esperaban en casa. Hay Milagros que Jesús realizó con signos
(lodo, saliva, agua, ir al templo, ayuno), no solo con oración, hay gracias
de Dios (Hasta el día de hoy) que sólo se pueden obtenerse por esos mismos
signos, los sacramentos. No podemos esperar salvarnos si no estamos dispuestos
a salir de nuestro “mundito”.
También
estamos los cuales sentimos a la Comunidad un obstáculo, una limitante en
nuestra relación con Dios, que preferimos hacer todo, por nuestro lado, a
nuestro modo, sin que nos disturbe “el pecado y la mundanidad” de los demás. Dos cosas a recordar aquí: primero, Cristo
nos salvó como humanidad por tanto, debemos buscarlo como humanidad, no
vino a ser salvador de “islitas”. Segundo, vino
para salvar a los pecadores, los fariseos se quedaron sin vida eterna
porque su orgullo no los dejó acercarse a un Salvador “amigo de pecadores”. De
igual modo muchos “creyentes” se
quedaran sin salvación por no querer ser parte de una Iglesia “llena de
pecadores”.
No
busquemos la salvación a veces, cuando me nace, nomás en mi casa, nomás donde
me gusta. Nuestro Padre Dios es también para nosotros un Patrón y sólo le
pagará con la vida eterna al que ha sabido trabajar con constancia para
ganarla. †
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