3 de diciembre de 2012

La Leyenda del padre sin cabeza, la cachora y el policía invisible

        Si me tardo en escribir apúrenme, no quisiera perder el hilo del blog, bueno, por ahora actualizo las aventuras de estos últimos días.

        Nunca imaginé estar en medio de una situación que diera pié a una nueva leyenda urbana, sin embargo así sucedió, nos visitó el padre sin cabeza en el ejido Veracruz, quien lo llevaba a un lado da fe y testimonio de ello. Lo que sucedió es que levaba mi alba blanca recién lavada en un gancho y además le había puesto la estola morada para no llevarla en la mano y al llegar a la capilla llevaba el gancho levantado a un lado mío de frente a la gente, una señora me vio de lejos y pregunta a la muchacha de al lado, ¿Qué padre viene acompañando a padre Álvaro?, la muchacha se fijo y se asustó porque no le vio cabeza al otro padre que no era ni mas ni menos que el alba en el gancho de la ropa. Pobrecita la señora, nos reímos hasta que nos salieron lágrimas del cura sin cabeza, jajajajajaja, ha nacido una nueva leyenda.

        Luego en esa misa, hablando un poco sobre los ángeles le pregunté a los niños –niños, ¿quienes son esos seres invisibles a quien Dios les encargó proteger a las personas?– y al modo de siempre contesta un niño –¡Los Policías!–, jajajaja, para ponerle sal a la llaga ese día el policía del ejido había ido a misa, ni modo no como componerle, benditos niños.


        El sábado tuvimos reunión para planeación de un grupo de jóvenes adultos y unos muchachos que me ayudar a coordinar trajeron a sus hijos, les presté el arco y las flechas y descubrí que los niños son más destructivos que mi arco. Salí como a los 20 minutos y los vi sentaditos sin el arco; les pregunté –¿y el arco?–, –se rompió– contestan bien tranquilos, –¿y las flechas?–, –en los árboles– a chamacos, en un abrir y cerrar de ojos le dieron en la torre a mi pobre arco, pero ya lo reconstruí.

Ayer domingo, en la misa de 12:00 en delta a la hora de la homilía veía q todos los niños que ni me pelaban con los ojos en el techo, voltee para atrás y resulta que había una cachora en las lámparas fluorescentes y se veía su sombra en todo el templo, trate de convencerlos de dejarla ser, que estaba bronceándose con las lámparas y necesitaba privacidad pero fue en vano, la cachora me robo la atención. Tantos años de estudiar filosofía y teología para que una cachora te robe el raiting, no es justo jajajajajaja.

Por último, la más reciente de lógica infantil fue ayer en misa de 6:00 en Nuevo León, se acercaron los niños después de la homilía para bendecir las coronas de adviento, y después de bendecidas les quise explicar el rito de encendido en sus casas. Bien animado según yo le digo, –niños, y ¿ya saben como se prenden las coronas en sus casas?– contesta a todo pulmón mi monaguillos, –con un cerillo ni que hacerle, cría cuervos y tendrás muchos jajajaja. Bueno estas ha sido las de estos días, nos vemos pronto, Dios los bendiga. †

3 comentarios:

  1. solo a usted padre alvaro, Dios le siga dando aventuras para que nos llene de bendiciones con ellas =P ..

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