Crónica: entre ejerciciós espiriuales y la vida eterna

este es el lugar que use para meditar, la casa estaba
cascada abajo, en extremo izquierdo de la foto

Hace unos días que regresé de mis ejercicios espirituales, fueron 5 hermosos días de fortalecerse espiritualmente y convivir con mis hermanos sacerdotes. Fue una bella experiencia, el que dio los ejercicios fue un sacerdote jesuita, el padre Juan Dingler, un sacerdote sencillo, que vivió 37 años en la sierra entre comunidades indígenas y me agradó que era un teólogo hecho entre los cerros y la gente y no entre los libros, franco, sencillo y profundo en su hablar, realista en los temas, me alimento mucho.

Por otro lado, estábamos en un lugar bellísimo cerca de Tecate, hacia la ruta del vino, entre montañas y cerca de una cascada, la cual fue mi lugar favorito para meditar, en la cima de la cascada donde nadie mas que yo se animo a treparse jajajaja, el otro lugar era arroyo abajo, otro lugar poco frecuentado, donde tenia el sonido del agua y el techo de los árboles para meditar.

También fue un bello tiempo de convivir y platicar mucho con los otros padres. Reafirmé que todos tenemos las mismas luchas y combates en nuestras comunidades, me gustó ver que los padres no pierden la alegría de guiar a sus comunidades y también a ratos cuando contaban sus anécdotas me sentí como cuando los soldados o los guerreros se ponen a contar las historias de sus batallas a los compañeros jajajajaja, ya me puse romántico.

Volví el viernes a la parroquia y luego luego al trabajo, llegué como a las 8 de la noche y estaba una quinceañera con 10 chambelanes esperando para confesarse, nomas me baje para ir por la estola, jajajajajaja, ni para otra cosa me dieron chanza jajajaja. Sábado retiro de pre adolescentes para formar los grupos de jóvenes de 9am a 2pm, luego 4 misas de quince años seguidas y confesar en otro retiro de las 8 a las 11 de la noche. Pero queremos ser sacerdotes jajajajaja.

El lunes según iba a descansar, pero fue un día interesante, primero un difunto a las 11 de la mañana, a las 5 fui al puebla a celebrar el último día de novenario de una amiga que falleció. La verdad fue una experiencia bella, era una mujer de Iglesia y de mucho apostolado, nunca una mala cara o palabra fuera de lugar, por ello me duele el cariño que le tuve, pero en la fe estoy feliz pues son esas las almas que llegan con gran gloria y honor al paraíso, descansa en paz y ruega por mi doña Rosa Ana.

Saliendo de la misa hacia la ciudad me paso la otra gran experiencia del día, al mirar al lado me doy cuenta de que están poniendo una sábana sobre un hombre tirado en la banqueta, y mucha gente llorando alrededor de él, pare el carro me baje y les pregunte si era familiar, dijeron que si, estaba toda la familia, les dije que era Sacerdote Católico y pregunté cuanto hacia que había muerto, 15 minutos me dijeron, (hasta media hora después de la muerte se puede dar la absolución bajo condición del arrepentimiento de la persona), me dijeron que lo hiciera. Lo destape tome su mano, aún tibia y su frente, me dirigí a el por su nombre y le dije que se arrepintiera de sus faltas y pecados si aún me escuchaba, y le di la absolución. Llámenme raro pero para mi fue un bello momento, nada había que salvar ya en su vida terrenal, nunca me conoció, ni se si fue hombre de fe, pero se que si se arrepintió, le he salvado su vida eterna, no pude cambiarle su vida, pero he cambiado el destino de su eternidad, y eso me hace tan feliz, y creo que el también lo está en el cielo. Finalmente le di unas palabras de ánimo a la familia, les hice ver el regalo que es tener la confesión a la hora de la muerte y me fui.

Bueno esas son las aventuras de la semana, bueno del fin de semana jajajajaja, y solo de una semana de la vida como sacerdote, hasta pronto y que el Señor nos bendiga. †