Le estuve dando vueltas a como
regresar también a las anécdotas de la vida diaria de la parroquia, pues para
mi es un gran placer leerlas al tiempo y me vuelvo a reír de tantas cosas
hermosas que me van pasando día a día como sacerdote y también los días donde
todo el poder de mi sacerdocio y el de Dios se topan con la barrera de la
libertad que Él le dio a cada hijo.
Pues sí, el tiempo vuela y ya tengo
un año en esta mi segunda comunidad, la parroquia del Señor de la Misericordia
en el ejido Nuevo León, una parroquia rural en el valle de Mexicali a una media
hora de la ciudad. Dios me ha regalado en ella una comunidad hermosa, la forman
12 ejidos, cada uno con su capilla. Además estoy de vicario del padre Juan Hernández,
y no puedo dejar de darle gracias a Dios por haberme dado un párroco tan
ejemplar, trabaja mucho, no deja de ver por la comunidad en todo aspecto y
además hemos hecho una gran amistad y nos entendemos para el trabajo pastoral
sin necesidad de hablar mucho.
A un año, miro hacia atrás y hacia
delante, estoy tan feliz de ver como este año he ido conociendo mis comunidades
y darme cuenta que ahora que las conozco un poco más, se como llevarlas en la
dirección correcta a cada una pues todas son distintas. Y cada una ha sabido
saber ganar su lugar en mí según su modo.
Así es hermoso mirar a cada una y
conocer y amar ya lo trabajadores que son la gente del Ejido Delta-Oaxaca, la
Disposición de la gente del Hidalgo y la Perseverancia de los del E. Morelia. La
Atención con que escuchan las homilías los del E. Jalapa, el gran compromiso
para servir a Dios de los del E. Guerrero que han sabido como nadie irse
ganando mi aprecio, la Familiaridad de la gente de Saltillo y la Esperanza de
crecer de los del E. Tlaxcala.
También me ha sabido enamorar la
Nobleza de corazón de la gente del Veracruz; Toluca es una comunidad que me
llena de alegría y esperanza pues todos llevan a sus bebes a misa, aunque
chillen a veces es una comunidad que se mantendrá viva mucho tiempo en la fe de
esos pequeños. No se queda atrás el amor a la confesión y la gracia de la
Ampliación Toluca y la sencillez de la gente de Villa Real que como niños se
dejan sorprender por lo nuevo. Y por último la comunidad madre el Nuevo León,
que no dejan de sorprenderme con sus impulso a seguirse siempre preparando y a
servir en algún apostolado.
Estas son mis comunidades 12 como
los hijos de Israel, 12 a las que nos toca a mi y mi párroco llevar del
desierto de esta vida a la tierra prometida de la vida eterna. Ahora que las
conozco y les he tomado cariño Dios me de sabiduría, caridad y testimonio para
poder llevarlas un día al cielo.
Ya me puse sentimental jajajajaja,
ahora que ya he presentado mis comunidades la próxima platicare de todas las
aventuras que me pasan en ellas, Dios los bendiga, hasta pronto. †
¡Qué padre!
ResponderEliminarInteresante
ResponderEliminarMe encantó su comentario "salí del clóset" hermoso. Ya lo compartí con un montón de gente porque es bueno saber ésto, Dios no nos deja solos en medio de tantas cosas polémicas surge alguien con ideas sencillas pero ciertas y de vida. DIOS LO BENDIGA. SOYde San Luis Potosí, México, ud de dónde es????
ResponderEliminarMucho gusto, soy nacido en culiacán sinaloa, pero vivo mi ministerio en la ciudad de Mexicali en baja california
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