En numerosas ocasiones me han
llegado a hacer la misma pregunta (no, no es que si alguna vez he esta completo
jajajaja), sino como se debe leer la Biblia, suelen decirme que no le entienden
o les aburre o que se pierden en tantos nombres. Ya haciendo una radiografía de
lo que normalmente me plantean y de sus dificultades me doy cuenta de que
muchos suelen caer en las mismas trampas que les quitan el ánimo para leerla,
por ello aquí les dejo un ejemplo que les ayudara para poder leerla bien y con fruto
para nuestras vidas:
Imaginemos la alacena o despensa de
nuestra casa, ¿Qué podríamos hallar en ella? Todo tipo de alimento y
condimentos, desde enlatados, las galletas, chuchearías (muy importantes), las
pastas; en el refrigerador las carnes, las verduras, especias y muchas otras
cosas. Hay alimentos que son sencillos de usar y comunes para todos, ejemplo
simplemente sacar una fruta o algo de carnes frías que no necesitan mas que
meterse a la boca para comerse, ya me dio hambre jajajaaja, otra cosas que solo
la madre usa cuando nos va a preparar algún platillo como las especias, los
congelados etc.
Cada ingrediente tiene su uso y su
momento y cantidad en la comida, y no nos haría bien ni seria sabroso usarlos
de otra manera; imaginemos que en vez de una fruta para comer sacáramos una
cebolla y nos la comiéramos a mordidas, ¿seria sabroso? Para nada, o que de sal
en vez de una pizca una sopa le echáramos un puñado, haría esa sopa incomible.
O que al freír un huevo en vez de sal le echáramos azúcar y miel, Quero que no
seria apetitoso.
Por ultimo ejemplo imaginemos que en
vez de ir preparando platillos con los alimentos dijésemos – a partir de hoy
voy a comer la despensa empezando por lo que este en la parte de arriba de la
alacena y así en orden hasta que termine con lo último – , que solemos hallar
arriba, ¿lo mas comestible y ya preparado? Para nada, lo mas comestible este
casi siempre al alcance en medio; comer así seria insípido, desagradable y nada
provechoso.
De igual manera la Biblia es como
una despensa de alimento para el alma formada por 72 libros, cada uno distinto
en su estilo y en su fruto, por eso como en el ejemplo, no aprovecha mucho cuando
se lee de corrido; aprovecha mas a pequeños fragmentos, como una ración diaria,
que no empacha sino alimenta, usando comúnmente no los primeros libros sino los
mas sabrosos y fáciles de digerir, estos son los 4 evangelios, sobre todo, es
recomendable iniciar con el evangelio de Marcos, estos libros no enseñan ante
todo la vida y palabra de Jesús.
En un segundo momento después de los
evangelios es provechoso leer algunas de las cartas de Pablo que nos enseñan
como vivir lo que Jesús nos ha enseñado, como corintios, romanos efesios o
filipenses. Otro consejo es a estas lecturas intercalarles algún salmo que
sirve como condimento y da mas sabor a las lecturas de los evangelios. Por eso
error iniciar a leer génesis de corrido, para cuando lleguemos al evangelio ya
nos empachamos de 46 libros, error iniciar a leer de Apocalipsis es querer iniciar
con el postre y luego con el plato fuerte, nos quita el hambre.
Otro consejo, como el que nunca ha
preparado un platillo, busca ayuda, déjate ayudar que quien ya tiene
experiencia en leer la Biblia; les enseñará como leer, y que tantos pasajes para disfrutarla, pues aún el mejor manjar en exceso cansa.
Bueno espero que estos pequeños
consejos sean de ayuda para que puedan disfrutar mejor de la sagrada escritura,
además si alguien quiere profundizar (y le gusta leer) les dejo otro texto que
puede ser útil, si les da flojera leer, les dejo unas simples reglas de oropara leer la Biblia. Hasta pronto y espero esta vez no dejar de escribir ya en
mi blog. Les mando mi bendición. †
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