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las constantes lluvias provocaron el colapso de esta calle |
“Os voy a explicar a quién se parece el que acude a mí, escucha mis
palabras y las pone por obra. Se parece a uno que construyó su casa en Mexicali:
Le puso desniveles para que corriera el agua y techo aislante y canales para que
desaguaran el agua de lluvia; vinieron las lluvias al desierto y cayeron sobre
aquella casa pero no le sucedió nada pues corrieron por los desniveles del
techo y salieron a la calle por los canales. En cambio, el que la escucha y no
la pone en obra se parece a otro que construyó la casa en Mexicali pensando
sólo en los temblores, con foam, triplay y tabla-roca en su techo, sin desagües
en su patio; vinieron las lluvias al desierto y cayeron sobre esa casa,
derrumbaron el techo que era débil con su peso y se estancaron por días en su
patio porque no tenía desaguë y los cimientos se reventaron y la ruina de esa
casa fue total.” (Cfr. Lc 6, 47-49).
Y así resulta, ya nos cayeron esas lluvias
torrenciales en Mexicali y la triste verdad es esa; todos desde los que diseñan
las obras públicas hasta la gente en su propia casa sólo pensaron en los
terremotos, asustados de que en Mexicali tiembla mucho. Nadie pensó nunca en un
drenaje, desniveles en el techo o en el patio para que el agua tenga salida; se
nos hizo fácil, “al cabos aquí nunca llueve”. O triste verdad, no muy seguido,
pero cuando llueve ¡vaya que llueve! Están demasiado ocupados protegiéndose de
la tierra que se les olvidó que hay cielo sobre sus cabezas que también llueve
jajajajaja.
De manera similar muchos cachanillas (y
demás) están viviendo el sentido de sus vidas. Preocupados solamente por la vida terrenal (los terremotos),
con sus problemas y necesidades constantes, viviendo al día, o a la quincena,
pensando siempre como sobrevivir hasta fin de mes; O bien acomodados pensando
que lujo o placer nos estará haciendo falta. Pero vivimos como si no existieran
el cielo y la vida eterna y no hacemos nada para proveernos de la vida inmortal,
hasta que nos agarra desprevenidos. Pensamos como en el evangelio del valle “al
fin que para la vida eterna falta mucho” y no preparamos nada para ganar el
cielo, sabemos que existe, como la lluvia, pero no la tomamos en serio y cuando
llegue será demasiado tarde para renovar la vida, ya se ha terminado.
colapso de un dren en mexicali |
No vivamos pensando sólo en la vida
terrenal, como si la eterna fuera algo lejano. La vida eterna no iniciará
cuando muramos, ha iniciado ya desde el día en que fuimos bautizados. Así que
sin dejar de preocuparnos por lo terreno que sea necesario, dense lugar en su
vida y en su tiempo a preparar la vida eterna. Démosle el tiempo necesario porque cuando llueva sobre nosotros
lloverá en serio; cuando Dios nos llame
también será en serio. †
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