Críticas al programa de la Rosa de Guadalupe capítulo a
capítulo creo que ya existen de sobra; de lo poco católico o fiel a la doctrina
de la Iglesia que es deben de abundar también. Una experiencia de la semana
pasada me hizo ver un matiz distinto y más grave de este programa “educativo”.
Sentándome
a platicar con niños no sé cómo la plática nos llevó hasta la “rosa de Guadalupe”
y los niños me preguntaron qué pensaba del programa. Les dije que lo veía muy a
lo largo si coincidía en que comía en casa de alguien que lo viera, que me
parecía una espiritualidad muy mágica donde todo se resolvía sin conversión ni
esfuerzo. Concluí con que no tenía mucha enseñanza (muy en mi papel yo jajaja).
Me
calla un niño en medio de la última frase y me dice — ¿Cómo que no enseña cosas?
Te enseña como drogarte con medicina para la tos, con Resistol, como entrar a
páginas prohibidas, como cortarte a como… etc., etc., etc. —. Cuando el niño
terminó la lista tuve que reconocer el punto, no me lo dijo con la malicia del
que lo hace, sino con la espontaneidad del que graba todo en la memoria como
algo natural por salir en la tele y junto a la Virgen.
1. Escuela
de vicios
De
lo que él me dijo brota a mi parecer el más grave de los venenos espirituales
que acompañan a entre programa; es una escuela de vicios: dedica mucho detalle a como internarse a los vicios o a los peligros de
la sexualidad mal vivida. Te da las instrucciones de cada paso de bajada a un
infierno en vida; Y luego te hace creer que una vez entrado a ese infierno
basta que llueva una rosa del cielo para que el mundo se arregle.
También
el vencer un vicio, una manía, un peligro, una desviación en la sexualidad
tienen un proceso, un esfuerzo, tienen sus renuncias y eso jamás lo presenta un
solo capítulo de la rosa de Guadalupe. Dios interviene, es verdad, mu madre es
intercesora también, pero no trabajan sin la conversión de corazón.
Pudiera
ser algo rescatable, si así como es minuciosa en presentar como caer en el mal,
también fuera minuciosa en las herramientas espirituales y humanas para salir
de él, no en una rosa que todo lo resuelve a pesar de nosotros.
2. Guadalupana
no-cristiana
La
segunda cosa a la Virgen está totalmente de su contexto cristiano, Jamás se asocia ni por error a la figura de
Jesús, si hijo y fuente de su poder, ni a la Iglesia, de la que también es madre
y primera creyente. Jamás he visto que en algún programa lleve a alguien a acercarse
a Jesús, a la Iglesia o a sacramento alguno, algo raro en la madre de Jesús y
la Iglesia.
3. Falsos
finales felices
Todos
los capítulos terminan en un final feliz donde mágicamente la rosa resolvió
todo, (e implícitamente), nunca volverá a pasar nada malo, ni habrá tristeza
porque total, siempre puede materializarse otra rosa para resolverlo todo.
La
cercanía a Dios no nos exenta de tribulaciones, nos fortalece para ellas y Dios
no busca “finales felices” en la tierra, el verdadero “final feliz” es formar
parte de su banquete eterno
Conclusión
Resalto
de nuevo el primer punto, la gravedad de que un programa “educativo” y que sale
precisamente a la hora en que los niños salen de la escuela o están comiendo;
se preocupe tanto por detallar la manera de adentrarse a cada mal o peligro que
presenta. Si pueden evitar gastar tiempo y memoria en ver algo así se los aconsejo,
si no pueden evitarlo, formen el criterio de los menores que vean esto. Quienes
tienen la autoridad para exigir que este programa no use la imagen de Nuestra Madre
para algo tan deplorable, si lo hiciera haría un gran bien a México.
Por
último, convencernos de que Dios ni por medio de María trabaja mágicamente,
siempre requiere de la conversión y del esfuerzo para salir del mal camino. Para
el hijo pródigo regresar al padre requirió arrepentirse de su vida y dar cada
paso que lo alejó en dirección contraria. Lo mismo para nosotros; Dios
interviene en nuestra vida, pero requiere que demos en su dirección los pasos que
nos alejaron de Él. †