1 de noviembre de 2014

San Martín fugitivo y los gatos delincuentes

     Bueno, yo mismo empezaba a creer que las cosas en la parroquia andaban algo flojas pero el Señor se encargó ya de mandarme algo de material para escribir.

     En día de las ordenaciones diaconales salude a una persona que siempre me recalca que no parezco cura porque poco uso la clerical; pero que pone siempre mis artículos a sus hijos jejeje. A un punto de la plática me pidió que si podía confesar a sus hijos y le dije — ve y busca a los que traen clerical— jajajajaja. Me llevé al chamaco a un rinconcillo desapartado de la avenida reforma y después de confesarlo a él continué con unos veinte más que también necesitaban manos que absolvieran antes que nada jajajajaja.

       Fueron este 28 de octubre las fiestas patronales del Nuevo León, fui a acompañar a la procesión (único cura además del padre francisco que la acompañó jejeje) y la misa que estuvo muy concurrida, hasta fue el obispo. Pero sobre todo fui a saludar a la gente de las comunidades, luego de la misa duré dos horas nomás en la puerta saludando gente, y luego de allí a cada paso alguien que saludar, espero un día poder llegar a lo mismo aquí en esta comunidad. Vi muchas caras muy queridas, son días que de ahora en adelante serán como un tesoro para mí porque ir al valle a visitar casa por casa seria cuento sin fin. En las fiestas es donde puedo ver a todas las personas de la parroquia reunidas y saludarlas.

       La otra cosa divertida es que en las ultimas idas al valle siempre vuelvo cargado, en las últimas tres he regresado con limas, limones, granadas, pan, hierba buena, matas de chile, dátiles y montón de cosas más. Espero algún día traerme también una Apolonia II, para tener otro borrego.

       La Semana pasada fue el retiro de los Eclat, el grupo de jóvenes de la parroquia, son buenos chamacos aunque haría rica a una ferretería si comprara los tornillos que les faltan. Me hacía falta acompañarlos en el retiro para sentir más cerca el grupo, para hacer nacer las ganas de gastarme con ellos; esperemos que me ayuden a que esos deseos crezcan.

       Ayer viernes 31 hicimos una actividad con los arcoíris, (pido a la gente sensible y de moral escrupulosa abandone aquí la lectura jjajaja) Fuimos por las casas a pedir despensa para los pobres, íbamos gritando ¡queremos caridad! La idea original era hacer la actividad en sábado 1, día de todos los santos, pero algunas actividades de los muchachos lo impidieron. Entiendo a los muchachos les gusten los dulces y disfrazarse, por ellos así como hay fiestas cristianas que se paganizan, hay fiestas paganas que cristianizar.

       Fue una buena actividad, juntamos no poca despensa y nos dimos una divertida buena; les había pedido que se vistieran de santos o de super-heroes. Yo por mi parte me pinte la cara de café y con mi sotana y un cíngulo, unas chanclas y escoba en mano me convertí en un flamante san Martín de Porres que de nuevo mendigó caridad por las calles (y dio escobazos a los malos muchachos jajajaja). n yo hubiera imaginado que el disfraz fuera tan adecuado, pedir limosna y dar bendiciones vestido de humilde mulato fue una experiencia única. Tener a mis gatos siguiéndome además le dio el toque especial jajajaja. y el broche de oro cuando nos topamos con una banda de roquerillos ensayando y me pues con mi escoba como guitarra a tocar con ellos (foto incluida). Luego de hacer tocado me dieron una buena cantidad de despensa jajajajajaja.

        Con una de las personas que iba tocamos un tema interesante — padre, le pueden faltar el respeto porque no lo conocen— le contesté, —es el riesgo de salir a la calle, la única manera de que no me lo falten es no salir nuca de la sacristía—, jajajajajaja. Espero repetirlo un día pero sin disfraz jajaja, bueno con el adecuado.

       Por último, hoy fue día de todas las catequistas regañen al padre Álvaro y resulta que el viernes en la noche cada grupo de catecismo montó un altar de muerto en la parroquia con todos su elementes y el nunca ausente (eso creímos) pan de muerto. Resulta que como dice la tradición, el pan desapareció en el trascurso de la noche de todos los altares jajajajajaja. Mis gatos, fieles a la tradición del día de muertos y aprovechando que los muertos ayunaron por ser viernes se devoraron el pan de los altares e invitaron a la pachanga a los gatos de la colonia jajajajaja. Ahora el culpable de todo es el Padre jajajaja, al menos pude limpiar mi fama y la de los gatos con los de cate-kinder a los que pude convencer de que los muertos vinieron por el pan jajajajajaja.


       Dejaré pendiente para la próxima ocasión la historia de la sotana voladora que ya está anunciando su presencia en la colonia hidalgo jajaja. †