24 de octubre de 2014

Des-Catolicadas... ¡¡¡los primeros 100 y los que siguen!!!

¡¡¡Mis primeros 100 artículos!!!

       Estoy feliz jejejeje, con este artículo llego a las 100 publicaciones en mi blog y aprovecho el artículo al mismo tiempo para festejar la ocasión. Quiero agradecer especialmente a los que a pesar de conocerme me leen con gusto y toman en serio la enseñanza a pesar del mono que la escribe jajajaja. Dios y ustedes me empujen para seguir adelante y ente apostolado humilde pero que de vez en cuando resulta útil.

       Para no alargarme (cuando llegue a 200 escribo más) quiero dedicar el artículo 100 a pa petición de una amiga que no sólo ha sido lectora del blog asidua del blog sino que me está reclamando cuando dejo de escribir o me sugiere ideas para el mismo, Alejandrá, con cariño y amistad conmemoro las 100 publicaciones con el artículo que me pediste sobre las “católicadas”…

21 de octubre de 2014

El Carnívoro y el Hortelano

         Sigo en el proceso de estar conociendo a la comunidad y de agarrarle cariño. Lo que Dios no tarda en mandar nunca son los chamacos que se especializan en dar lata y hay que domar con dosis regulares de carrilla y chicotazos, abundan en el grupo de monaguillos y en los grupos juveniles jejejeje. Ya más o menos vamos entrando en contacto con la gente y con la dinámica de los grupos.

        En cuando a hobbies, el Padre Chema dejó un jardín en la casa parroquial que he tratado de mantener. No soy muy hábil en eso de cuidar plantas pero estoy tratando de entrar a ese mundo jajaja, quité de las macetas las plantas que ya estaban secas o marchitas y sembré hortalizas. Empecé hace unos 15 días con unas lechugas, zanahorias y espinacas, todas están brotando ahora falta cuidarlas hasta que maduren. Con la alegría del éxito de las primeras plantas sembré tomates y calabazas y estoy en la espera de que germinen.

17 de octubre de 2014

Repelente multiusos para Espíritus

        En las últimas semanas se me han presentado con más frecuencia de la ordinaria gente que viene a hora y a deshora a pedir agua bendita; la pregunta de rutina (y precaución) del padre suele ser — ¿para que la necesita? — Todas las personas del caso mencionado me han dicho lo mismo (y hasta con el mismo tonito ensayado de novela) —es que están “pasando cosas” en mi casa y me dijeron que echara agua bendita —.

        No es que sea remilgoso o amargado, sino que en las palabras dejamos ver lo que las cosas de verdad significan para nosotros. “Echar agua porque pasan cosas” me diera la impresión de que el agua bendita no pasara de un mero insecticida que vas y agarras de la tienda y lo avientas para espantar cucarachas o cualquier otro bicho; creo que el agua bendita merece un trato y un respeto más digno que el de un mero repelente de “cosas”.

        Metamos algo de doctrina del catecismo antes de continuar: (si son flojos para leer saltar al sig. párrafo)

1.   El Agua Bendita (como sacramental) no confiere la gracia del Espíritu Santo a la manera de un sacramento pero, por la oración de la Iglesia, preparan para recibir la gracia y cooperar con ella. (cat. 1670)

14 de octubre de 2014

Pecaditos “normales”

         En plática o en reconciliación al tocar el tema de los pecados, y de la necesidad de una confesión mucha gente suele excusarse usando una de una manera tan común (como si la hubieran estudiado en algún lado) frases como: “pues nomas tengo los normales”, o “los que hace todo el mundo”. Sé que habitualmente no hay maldad o falta de arrepentimiento en esas frases, pero ello no quiere decir que no nos sirvan para reflexionar y precisar algunas cosas sobre la naturaleza del pecado y el arrepentimiento.

        Primera cosa para pensar, ¿desde cuando el pecado es algo normal?, —Padre, ¿Cómo no van a ser normales si siempre los cometo? — aclaración, que algo sea habitual o estable no lo convierte en normal. Una persona paralítica o con una enfermedad prolongada sabe que su estado permanente o que al menos durará mucho en recuperar la salud, sin embargo el saber que su enfermedad es permanente en ningún momento le hace pensar que su estado sea normal; siempre lo verá como algo anormal y ajeno al estado natural del bienestar humano.

12 de octubre de 2014

¿Para qué sirve un Cura?


        Hace días otro padre platicaba como anécdota en una reunión que hace años le hicieron esa pregunta ¿para qué sirve un cura? Ahorrándome la respuesta que dio el, debo confesar que, de manera positiva la pregunta me dejó dando vueltas la cabeza. Y me llevó a una respuesta interesante.

        Que celebramos sacramentos, que damos misa, que bendecimos cosas, que echamos agua y cazamos (digo casamos) pobres individuos. Que hablamos “bien bonito” (bueno fuera) la palabra. Muchas cosas así se pudieran decir, no me satisficieron como respuesta. Sin hacer doctrina universal, creo que la respuesta mejor me la dio un clavado al evangelio. Mi conclusión es que una de las escenas que mejor puede retratar para qué sirve un cura es el encuentro entre Jesús y la Samaritana (Jn. 4).

9 de octubre de 2014

Indigentes Espirituales… y además embarazados

En este artículo he pensado en muchos que comulgan, comulgan y comulgan pero jamás sienten la necesidad de pasar por un confesionario antes de recibir al Señor. Muchos salen en su defensa de que  se confesaron con “Dios”, que de que confiesan luego; pero la más recurrente es que simplemente “les nace” comulgar y eso les basta. Más que hacer todo un tratado doctrinal sobre la Eucaristía y los sacramentos quiero aportar una idea muy sencilla para los que se justifican en que “les nació” comulgar aunque saben que no están en gracia (católicos embarazados diría el padre Juan).